Creo que uno de los mejores recuerdos que tengo de pequeña es ir a casa de mis tíos, que tenían un jardín muy grande, y saltar como una loca en la cama elástica que tenían allí con mis hermanos y mis primos.
Mis padres compraron una para los nietos (viven en Sevilla) y mis hijos se vuelven locos cada vez que vamos, así que empecé a plantearme… bueno, sí, yo no tengo jardín, ¿y? ¿quién ha dicho que las camas elásticas tengan que estar en el jardín?
El caso es que empecé a indagar en internet y, cuando vi que una cama elástica para niños podía entrar en el salón (mide 1,40 cm de diámetro) y tenía un coste equivalente a un billete de tren, le dije a mi marido que ya sabía lo que nosotros pediríamos a los Reyes para los niños este año 😉
Los Reyes Magos hicieron caso de nuestra locura y ya veis lo que tenemos plantado en el salón desde Navidad. Me habéis preguntado a través de IG de dónde es y nos está salvando tantas tardes (aunque ya veis que el sofá se sigue utilizando como cama elástica :S), así que le he preguntado a Sus Majestades de Oriente y aquí podéis ver dónde la encontraron.
Ya os podéis imaginar que los niños se volvieron LOCOS al verla y la verdad es que nos ha dado la vida durante las tardes de invierno, así que yo siempre recomiendo a todo el mundo con niños que, si puede, ponga una cama elástica en su vida :P… ¿cómo lo veis? ¿os animáis?