¿Habéis ido alguna vez a hablar con el profesor o tutor de vuestros hijos y os ha contado lo muchísimo que ayuda en clase y os ha sorprendido tanto que le habéis preguntado si hablábais del mismo niño? A mí sí. Y entonces fue cuando me di cuenta de que estaba considerando a mi hija mucho más pequeña y menos capaz de lo que en realidad era. Y este verano nos ha sorprendido queriendo ayudar a hacer su cama o a poner la mesa, algo que ni se me había pasado por la cabeza, la verdad, y que me encantó que pidiera ella. No sé los vuestros, pero a las mías les encanta sentirse mayores, y eso pasa por hacer las cosas que hacemos sus padres. Como vi que a mi hija le gustaba la idea, hice un poco de research en busca de ideas y consejos sobre cómo hacer que los niños ayuden en casa que comparto aquí con vosotros por si a alguno le sirve.
1. Enséñale a hacer las cosas
Parece obvio, pero a menudo se nos olvida. No vale de nada pedirle a tu hijo que te ayude a poner la mesa si nunca la has puesto con él, ¿no os parece? Así y con todo, estoy segura de que os sorprendería lo bien que lo hace… ¡se fijan en todo!
2. Dale «responsabilidades» acorde con su tamaño:
Vestirse ellos solos, poner la mesa, colgar el abrigo al llegar, dejar el uniforme y los zapatos ordenados por la noche para la mañana siguiente… lo que se os ocurra, teniendo siempre en cuenta la edad de vuestros hijos, pero recordadles que es «su responsabilidad» como mayores que son y, por tanto, no vale con hacerlo un día sí y tres no; aunque recordándoselo y nunca castigando por no cumplirlo.
3. Prémialo
¿Qué más da que la mesa no esté perfectamente puesta o la ropa perfectamente ordenada para el día siguiente? No le regañes si ha hecho lo que le habías pedido, ni lo cambies corriendo pero sin explicárselo; dale la enhorabuena por haberlo hecho, y por lo bien que lo ha hecho, y enséñale qué hay que modificar (si no es mucho) pero con palabras de ánimo siempre para fomentar el que sigan haciéndolo bien.
4. Predica con el ejemplo
Si quieres que tus hijos ordenen cuando terminan de jugar con algo o que cuelguen su abrigo al llegar a casa y no lo dejen por ahí tirado, que vean que tú también lo haces siempre, porque de nada servirá pedírselo si tú vas dejando las cosas por ahí tiradas.
Como veis, no son más que cuatro tips muy básicos y evidentes pero que, la verdad, a mí me han venido de cine porque había cosas que daba por hecho y, sin querer, estaba desmotivando a mi motivadísima hija 😉
¿Algún consejillo más a poner en práctica?
-María