Siempre me han gustado las verduras, desde muy pequeñita, y es algo que, por suerte, mis hijas parecen haber heredado, sobre todo Blanca: ponle un plato de espinacas con bechamel delante, y la haces feliz. Raro, lo sé, que se lo digan a mis hermanos, que una de las grandes ventajas de cumplir años en mi casa cuando éramos pequeños era que ese día elegías el menú de la comida… ¡y mis hermanos odiaban que llegara el 14 de abril porque sabían que mis platos eran espinacas con bechamel o menestra de verduras! El caso es que descubrí la crema de guisantes en un curso de cocina al que me apunté hace años, cuando me dio por aprender a cocinar:
un plato muy sencillito y lleno de sabor que en su día me pareció muy buen plato principal para cualquier cena con amigos, y que ahora he recuperado para las cenas de los niños y les gusta mucho.
Os dejo aquí la receta que me enseñaron en el curso (sale bastante cantidad, ¡si sois pocos haced mejor la mitad de las cantidades!):
Ingredientes
– Aceite de oliva
– 2 cebollas picadas
– 1 lechuga en juliana
– 100 gr de puerro fresco
– 1 kg de guisantes
– 1 litro y medio de caldo de ave
– 50 gr de tocino de jamón
– Jamón en dados
Modo de hacer
Rehoga en aceite de oliva el jamón, las cebollas picadas, la lechuga y los guisantes.
Añade el caldo de ave y déjalo cocer durante 30-40 minutos, hasta que los guisantes estén tiernos.
Reduce el puré. Pásalo por la batidora (o Thermomix, en mi caso, pues me encanta la textura que deja), rectifica el punto de sal y añade un chorrito de aceite de oliva.
¡Listo!
Si lo vais a utilizar en una cena, servidlo con taquitos de jamón serrano y un poco de nata batida o queso crema.
A mis hijas les encanta, sí, ¡pero a mí más! Y cada vez creo más en la teoría de que tus hijos se acostumbran desde el vientre a lo que sus madres comen, ¿no os pasa? Durante el embarazo de Blanca comía guisantes con jamón día sí, y día también, no me preguntéis por qué, y ahora cada vez que los hacemos en casa a mi hija le hacen los ojos chiribitas. Con Ana, sin embargo, me dio por la fruta, sobre todo la sandía (es lo que tiene pasar medio embarazo en verano) y el mango, y es capaz de comerse una pieza detrás de otra. Si lo pensáis un poco, seguro que también veis en las preferencias de vuestros hijos aquello de lo que más comíais durante el embarazo, ¿no os ha pasado?
-María
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