Como todo primerizo que se precie, cuando me quedé embarazada de mi primera hija tenía fijación por las sillitas de bebés. Iba andando por la calle y no podía evitar fijarme en ellas (es curioso: ¡en cuanto te enteras de que estás embarazada empiezas a ver bebés por todas partes!), para fastidio de mi madre y hermanas, que estaban hartas de mis continuos ¡ooh! y ¡aah!
El caso es que un fin de semana que pasamos mi marido y yo en Londres descubrimos las sillas Phil & Teds… ¡y desde entonces me he vuelto adicta a esta casa! Mi cuñada acababa de tener su segundo hijo y andaba buscando un patín para llevar al ‘mayor’ de 18 meses, así que cuando vi que se trataba de una sillita normal y corriente, pero con una segunda silla abajo y a su ocupante feliz en ella, pensé que la solución era genial: si tienes dos niños, cada uno va en su silla, con su arnés, por lo que no tienes que preocuparte de ‘convencer’ al del patín para que vaya subido y no se baje a la primera de cambio… ¡a su silla, con su arnés, y listo! Y si sólo tienes un niño, es una sillita como otra cualquiera, de pliegue compacto (y en una sola pieza, otra cosa que buscaba a toda costa) y con todas las comodidades de cualquier otra silla del mercado.
¡Así que podéis imaginaros que cayó la Vibe! Y no puedo estar más feliz con mi compra, en especial ahora que utilizo el modelo doble: Ana va en su capazo rígido, y Blanca en la sillita de abajo, feliz de ‘estrenar’ ella también silla.
CARACTERÍSTICAS
La silla está compuesta de un chasis con sillita al que se le puede colocar un capazo rígido (peanut), un capazo blando (cocoon) o la silla del coche (mediante adaptadores).
Ventajas que yo buscaba, y que me parecieron fundamentales a la hora de comprarla:
– El asiento se reclina por medio de una presilla, por lo que tienes todas las posiciones que quieras, de erguido a completamente tumbado (perfecto para recién nacidos). Tiene, además, un arnés de cinco puntos con tres posiciones de ajuste, para niños de todos los tamaños.
– Su pliegue es compacto y en una sola pieza. No hace falta retirar el segundo asiento para doblarla.
– Capota ‘follow the sun’: da igual dónde esté el sol, se puede mover para que no moleste al pequeño. La capota no tiene un sitio fijo, sino que se ancla al chasis, por lo que se puede mover hacia arriba para que no moleste a niños altos.
– Manillar ajustable en tres posiciones (ideal cuando el padre es mucho más alto que la madre, por ejemplo, como es mi caso)
– La rueda delantera se puede dejar fija o pivotante, para lograr una mejor maniobrabilidad.
Inconvenientes: La mayoría de ellos se han solucionado en la versión nueva de la sillita. ¡Es lo que tiene comprar un producto recién salido al mercado!
– El segundo asiento es algo pequeño, así que no es cómodo para niños altos o algo mayores. Yo lo he solucionado poniéndole un saco de silla para que amortigüe la barra de atrás y no moleste a mi hija, ¡aunque lo ideal sería que Phil & Teds mejorara la segunda silla quitándole directamente la barra superior!
– El enganche de la segunda silla se queda atascado de vez en cuando y es un incordio para quitarla, algo que tengo entendido que ya han solucionado con la Vibe 2.
– En la versión original, la segunda silla no tiene capota. Por suerte la han puesto ya de serie en el modelo nuevo.
– En la versión original, la segunda silla no tiene capota. Por suerte la han puesto ya de serie en el modelo nuevo.
– El freno está en mitad del manillar, por lo que es fácil pulsarlo accidentalmente.
– Aunque enseguida te haces a ello, las primeras veces cuesta plegar bien la sillita, sobre todo con el segundo asiento puesto.
En realidad tal y como las llevo yo no está homologado, pero Blanca pesa 11Kg. y el capazo contrarresta su peso sin problemas, así que llevo a las dos encantadas. Nunca he tenido ningún problema ni me he llevado ningún susto, pero es importante tener en cuenta que la casa no tiene homologada esta posición.
No dejéis de echar un vistazo a esta crítica de la sillita, donde encontraréis un reportaje entero de fotos.
-María
26 ¡Cuéntanos!
