Pros y Contras de tener socios

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El otro día me preguntaban en el foro del curso Hello! Blogging si yo, que llevo 5 años escribiendo este blog “a duo” con María, recomendaba escribir un blog de forma individual o en colaboración con alguien.

Mientras le contestaba, me daba cuenta de que el tener un socio en un proyecto, como todo, tiene ventajas e inconvenientes.

Mi abuela decía que “las medias son para las piernas”, en clara alusión a que tener socios puede ser fuente de problemas.

No digo que no sea así: de hecho, especialmente trabajando como abogada, he visto problemas serios derivados de asociarse con la persona o personas incorrectas. Sin embargo, debo decir que mi experiencia es que ser más de uno, en el blog o en un proyecto empresarial, puede aportar mucho más que restar.

Os resumo algunas ideas sobre los pros y contras que creo que tiene el tener uno o varios socios en general:

a. No estás solo

Éste es evidente, ¿no? Una de las principales «quejas» que oigo continuamente a bloggers y pequeños emprendedores es lo cuesta arriba que se les hace «tirar del carro» solos. La ventaja de compartir un blog o un proyecto empresarial con algo es que siempre tienes a alguien para desahogarte, para compartir éxitos y fracasos y, en definitiva, para tener un apoyo y motivaros mutuamente. 

b. Más ideas

Ser dos o más cabezas pensando en una misma dirección y con un mismo objetivo puede enriquecer cualquier proyecto, ya que al final serán más ideas y más soluciones las que se propondrán y pondrán sobre la mesa. En Hello! Creatividad, por ejemplo, somos tres socias: Bea, María y yo. Cada una tiene un perfil y carácter distinto, y cuando afrontamos la definición de cualquier proyecto, cada una propone distintas ideas. Generalmente el resultado final de los proyectos es una suma de todo.

c. Compartir inversiones + riesgos + trabajo

Para mí, desarrollar el blog en colaboración con María ha sido esencial en este aspecto, y creo que si no hubiera estado ella habría dejado el blog por el camino, aunque fuese temporalmente. Trabajando en el despacho, con los niños, y con mil frentes abiertos más, ha habido temporadas en las que, literalmente, no tenía tiempo ni ánimo para sentarme a escribir, y cuando esto ha ocurrido, ella ha estado ahí para cubrirme. Lo mismo ha ocurrido cuando era ella la que estaba desbordada con una traducción o tenía a sus hijos enfermos: yo me he encargado de seguir adelante.

Y no sólo permite compartir el trabajo: también cualquier inversión, riesgo o responsabilidad asociada al proyecto, sea un blog o una empresa.

a. Desacuerdos

El ser más de una cabeza pensante también tiene su otra cara: pueden surgir desacuerdos que generen problemas, o que hagan que dos socios que empezaron trabajando bien juntos, comiencen a no estar a gusto trabajando en el mismo proyecto.

Para evitarlo, creo que es importante conocer bien cómo trabaja la persona con la que te asocies, pero también poner todo claro desde el principio de la relación, y si es por escrito mejor. No penséis en «eso no va a pasar», mi lado jurídico recomienda que penséis en las posibilidades más rocambolescas, que las habléis y que toméis un acuerdo desde el principio sobre qué haríais.

Y cuidado con asociarse con amigos: una amistad puede no sobrevivir a una relación profesional como socios por mucho que uno piense al principio que no va a tener ningún problema, así que valorad si realmente os merece la pena asumir el riesgo.

b. No ir al mismo ritmo

Muchas veces surgen problemas derivados de que los socios no trabajen al mismo ritmo ni se involucren en igual medida en el trabajo. Creo que lo que hace que Bea, María y yo trabajemos tan bien juntas en H!C es que todas sabemos que vamos a dar el 200% en todo momento, y confiamos sin género de dudas en el esfuerzo del resto. 

Quizás la fórmula para intentar evitar problemas es, igual que os decía antes, el poner por escrito cuál va a ser la función y el compromiso de cada uno con el proyecto.

c. No tienes el control

Tienes más apoyo. Pero no tienes el control del proyecto. Hay que ser más flexible, consensuar las decisiones, y esto también puede hacer que éstas se tomen de forma más lenta, porque serán distintos puntos de vista los que hay en juego. Para evitar problemas, creo que es importante tener muy claro que el proyecto es compartido y que por tanto todas las opiniones, y no sólo la nuestra, son igualmente válidas.

Mi experiencia la verdad es que siempre ha sido muy positiva teniendo socios (también en mi primer proyecto empresarial tuve un socio con el que trabajé siempre muy bien), pero también conozco a muchas personas a las que no les ha ido nada bien.

Y vosotros, ¿habéis tenido socios alguna vez? ¿conocéis situaciones en las que han acabado fatal? ¿os estáis planteando iniciar un proyecto de forma individual o con más socios? 

  1. Es cierto, todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

    Antes de tener mi blog tenía otro con una amiga y todo lo que mencionas es así, tienes a alguien con quién compartir las alegrías y se va a alegrar igual que tu, y cuándo estas de bajón la otra persona tira de ti, o te cubre cuándo andas pilladisima de tiempo.

    Pero también surge el problema cuándo uno se implica más que el otro.

    Entonces es mejor sentarse y aclararlo todo para no perder un amigo.

    Aunque lo mejor es sin duda dejarlo todo claro antes de empezar

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