Reciclar está de moda, y confieso que he caído rendida a sus pies. Ya os he dicho alguna vez que soy una gran «chapucillas», y estoy segura de que esta nueva afición no puede terminar del todo bien… ¡a este paso le voy a tener que cambiar el nombre a mi marido por el de Santo Job! No me enrollo, ¿habéis visto qué genial esta estantería hecha con una escalera? Es del blog noruego NydeligFlott.