Ayer nos reíamos en la oficina de Hello! Creatividad hablando de cuando quedábamos con nuestros amigos cuando no existían los móviles y cómo nos las ingeniábamos para conseguir reencontrarnos si no aparecía alguno. Nos teníais que ver, a carcajada limpia, recordando aquellos tiempos en plan «abuela cebolleta», como decía Bea. Y he de decir que hoy, mientras preparaba este post con la idea de hacer un pequeño recopilatorio de regalos útiles para estas navidades, me ha entrado la morriña y me ha dado por pensar que, en el fondo, lo que de verdad me gustaría es hacerles una carta a los Reyes Magos paralela con menos tecnología y más juegos de madera, de los de jugar al aire libre, con el resto de niños, o en familia. Este año, además, ya empieza a ser más difícil «convencer» a mis hijas de qué juguete sería genial que les trajeran los Reyes Magos (venga, confesad, ¿cuántas veces habéis rehecho la carta a los Reyes ya junto a vuestros hijos?), y mucho me temo que vamos a tener que sucumbir a alguna de las modas de turno. Aunque me niego a que la lista completa sea más de lo mismo, así que repaso constantemente la web con ellas para ver si pican y me dan una alegría 😉
Os dejo aquí algunas de las cosas que van fijo en mi lista…
… si hay una frase que me recuerde a mi padre es la de «a tu edad yo no salía, ¡yo estuve jugando a las chapas hasta que me casé!», que nos repetía hasta la saciedad a todos y que terminaba con el ataque de risa generalizado. Así que sí: este año, sí que sí, pedimos el juego de chapas de Real Fábrica, para que el abuelo les enseñe a jugar. O las tabas, que a esas sí que jugaba yo, ¡y cuantísimo!