22 juegos para hacer en casa con niños

22 juegos para hacer en casa ¡Buenos días!

Martes ya y yo que pretendía publicar este post ayer… ¿soy yo o 2015 va a toda velocidad?

No sé qué tiempo tendréis vosotros, pero en Madrid estamos teniendo unos días bastante lluviosos y parece que esta semana la cosa va a estar igual… En casa seguimos con la política de dejar que se aburran y por eso me ha encantado ver este vídeo de Nuria: definitivamente, se tienen que aburrir 😀

De todas formas, son muchas horas en casa y también intento proponerles juegos nuevos, porque al final hasta se aburren de sus propios juguetes, y la verdad es que tampoco cuesta tanto hacer de vez en cuando cosas un poco distintas.

Por eso, quería compartir con vosotros algunos juegos para hacer en casa con niños que he encontrado por ahí, más que nada por si también os toca hibernar en casa con los enanos estos días:

Pintura mágica de leche para disfrutar con tus niños

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Como ya sabéis, ahora estiramos las horas del día un poquito más y tenemos un nuevo blog en Telva en el que también compartimos ideas de decoración infantil, recetas y manualidades infantiles, The Little Factory. Pues bien, hoy tengo que enseñaros uno de los proyectos que publicamos hace poco en The Little Factory por si acaso os lo habéis perdido, porque de verdad que es genial: la Pintura Mágica de Leche.

DIY

Pintar y decorar con chocolate fundido

Pintar y decorar con chocolate3

Hace poco tuve un sábado de vorágine cocinera absoluta. Quería cocinar con mi hija de 3 años recetas para niños a las que luego pudiera hacer fotos para el curso de fotografía de still life de Luisa Morón. Uno de los ingredientes que quería usar era chocolate, ya que a mi niña las actividades que más le gustan del mundo son cocinar y pintar, así que sabía que le encantaría esto: ¡pintar con chocolate!

Pintura de yogur en el Retiro

pintura casera de niños de yogur

pintura casera de niños de yogur

En los meses de junio y julio me he sentido «mala madre». Probablemente no lo haya sido tanto, o de eso intentaba convencerme mi marido, que es más bueno que el pan, pero así me sentía cada día al acostarme. El caso es que estábamos de mudanza. Finalmente, como ya os conté hace algún tiempo, la realidad de que no cabíamos en nuestra casa se hizo patente y la verdad es que tuvimos suerte: encontramos un piso mucho más grande (casi el triple) muy cerca de donde vivíamos y a escasas 4 manzanas del parque del Retiro madrileño, alquilamos el nuestro a dos chicas encantadoras y, hasta aquí, todo nos salió redondo. Pero claro, el piso nuevo, aunque grande, estaba antiguo, y nos ha costado sudor y lágrimas el hacerle un lavado de cara, aunque ahora estemos encantados con el resultado.

El caso es que el lavado de cara, para hacerlo a un precio razonable, implicó aprenderse los nombres de los muebles de Ikea de memoria de tantas visitas que hice, saberme todos los tipos de tarima del mercado y los precios en los distintos almacenes, etc, etc, etc. Así que trabajando por las mañanas y haciendo viajes cada tarde a Ikea, Leroy Merlin, Bricor, Carrefour y demás, lo de las tardes con mis pequeños en el parque escaseó en junio y julio, la verdad. Claro que muchos días me liaba la manta a la cabeza y me los llevaba conmigo a las tiendas, pero los pobres acababan agotados y hartos, así que había días que me iba yo sola. Y una se siente fatal. Aunque lo haga por ellos, para que tengan una casa donde puedan correr, una habitación de juegos, un rincón para pintar, etc. Una se siente fatal.

DIY