Este fin de semana el calor nos ha dado un respiro, al menos en Madrid, así que hemos podido cambiar la piscina por distintos planes que llevábamos tiempo queriendo poner en práctica, como el picnic en el jardín del que os hablaba en The Little Factory o ir a casa de mis padres en bici, tal y como os enseñé en Instagram, que es uno de los planes que más les gustan a mis hijas y que es precisamente el que quería compartir con vosotros hoy.

A raíz de la foto de instagram muchos me habéis preguntado qué tal es el carrito que llevamos; pues bien, como veis en las imágenes nuestro carrito es el croozer para dos, que se puede usar con uno o dos niños, y lo tenemos desde hace ya dos años.

Como sabéis, soy traductora y autónoma, con los horarios que eso implica, y cuando tenía traducciones que adelantar a mi marido le gustaba llevarse a nuestra hija mayor de paseo en bicicleta. Cuando nació la segunda la cosa se complicó, así que un verano se me metió en la cabeza lo del carrito para la bici y, tras mucho indagar por internet, me decidí por el Croozer y se lo regalé (o me lo regalé, según se mire)… ¡triunfo absoluto! Lo hemos usado tanto para bici como para correr, y se puede utilizar también para pasear aunque para eso teníamos la Phil&Teds.

Es súper fácil de poner y quitar, se pliega bastante para lo que abulta, reparte el peso de manera que no parece que llevas el peso que en realidad llevas (palabras de mi marido, yo soy una patosa sin remedio y aún no me he atrevido a llevarlas… ¡que en mi casa hay mucha cuesta por todos lados!) y a las niñas les encanta ir de paseo: se suben al carrito con sus muñecas y algún que otro libro, y se pasan el trayecto entero parloteando y animando a mi marido con sus «¿papá, te ayudo?».

Nuestro carrito aguanta una carga de hasta 40kg y nosotros lo hemos usado desde que las niñas tenían 10 meses y dos años respectivamente, aunque para niños algo más pequeños venden un adaptador con el que se podría utilizar desde el primer mes de vida. La verdad es que estamos encantados, pues nos ha dado muchísimo juego. ¡Vivan los paseos en bicicleta!

-María