Hoy creo que la imagen se explica sola… es increíble cómo puede cambiar el look de un objeto una manita de pintura. No hace mucho me vi arrastrada en una vorágine «pintora». Empecé pintando unas sillas IVAR de Ikea que pronto os enseñaré porque me quedé encantada con el resultado, y ya que estaba en faena, empecé a mirar por toda la casa como quien está cazando y busca la siguiente presa… De repente vi este baúl, que me compré cuando llegué de mi luna de miel en Asia (si os apetece un día os pongo fotos de los países que visitamos, fue un viaje increíble…) y me dio por poner la casa en plan oriental porque sólo quería recordar ese viaje. Pero claro, me mudé el año pasado y los gustos cambian, así que quería todo en blanco, gris y madera, todo muy nórdico… y el baúl ya no cuadraba. Una manita de pintura y listo: ya me encaja en mi intento de decoración nórdica.
Moraleja: si te cansas de algún mueble u objeto de decoración que tengas por casa, ya sabes… ¡a pintar se ha dicho!
– Mar
PD: Aquí también podéis ver lo chula que le quedó a María la cómoda Hemnes de Ikea después de pintarla
PD2: Y a vosotros, ¿qué tal se os da el tema pintura decorativa?