Los que nos seguís ya sabéis que desde la Semana Santa pasada colaboramos con Telva escribiendo en The Little Factory. Cuando nos escribió Sesé San Martín, directora y fundadora de la Escuela de Cocina Telva, para invitarnos a los nuevos cursos que había lanzado junto con Olga Cañizares, coach en inteligencia emocional, no lo dudamos ni un momento: ¿cocina y emociones? We’re in! Así que allá fuimos Mar y yo, cámara en mano, dispuestas a empaparnos de conocimientos culinarios y a aprender a gestionar nuestras emociones. ¡Y no veáis cómo salimos de allí! Yo, que soy un cero a la izquierda en la cocina,que ya habéis visto que la de las recetas para niños es siempre Mar, salía feliz tras haber preparado (bueno, ayudado a… que entre mis compañeras de trabajo estaba Rosa Ardá y no tiene precio verla desenvolverse en la cocina) un risotto de boletus y con el bolso lleno de «deberes emocionales» listos para poner en práctica…
Comenzamos la mañana oyendo hablar a Olga Cañizares sobre las emociones. Qué digo hablar… ¡sentir y vivir! Porque si algo llama la atención de Olga, coach y experta en Inteligencia Emocional, es la forma que tiene de transmitir lo que cuenta, la naturalidad con que te explica las cosas y las ganas con que sales por querer cambiar tú también tu forma de vivir las emociones y aprender a gestionarlas (que no eliminarlas ni controlarlas).
Del curso de inteligencia emocional me quedo con un montón de cosas, pero os destaco dos: que tenemos que aprender a cambiar los TENGO QUE por QUIERO, ¿a que no os lo habíais planteado nunca? Probad a pensar en lo que haréis mañana; seguro que salen un montón de «tengo que hacer esto, esto y lo otro», ¿verdad? Pues sabed que de vosotros depende que cambiéis esos «tengo que» por «quiero»s: tienes que ser tú, y sólo tú, quien elija con qué actitud vas a enfrentarte al día a día. Y la otra es una frase de Gandhi que citó Olga: «Sé el cambio que quieras ver en el mundo», porque somos la pieza de un puzzle que encaja, tal y como es, y es muy cómodo seguir donde estamos y no movernos, no vaya a ser, pero si vemos algo que no nos gusta y decidimos salirnos del papel establecido que tenemos en el puzzle, te estarás moviendo y, contigo, se moverán el resto de piezas del puzzle.
Y os estaréis preguntando, «muy bien, ¿pero y qué sentido tiene unir la inteligencia emocional a la cocina?». Pues eso mismo me planteaba yo antes de llegar a la Escuela de Cocina de Telva, pero una vez te metes en faena lo entiendes todo, y encaja: mientras cocinas estás en el presente. Aquí y ahora. No piensas en nada más que en lo que tienes que hacer, y en que te salga bien. No racionalizas y te paras a pensar cada respuesta porque entonces dejarías de estar a lo que estás, que es la cocina y es cuando de verdad eres tú misma, y no tu cabeza pensando.
Emplatando como profesionales y bloggers con experiencia 😉
Sesé nos había preparado un menú de infarto: de primero, un risotto de boletus que preparó mi grupo de trabajo y que ya os digo que es mucho más sencillo de lo que parece. De segundo, unas albóndigas de pescado y gambas que preparó el grupo de trabajo de Mar ¡y que estaban para chuparse los dedos! Y de postre una espuma de caramelo con crema inglesa que preparó el tercer grupo de trabajo, dirigido por Sesé, ¡y que no os hacéis una idea de cómo estaba de riquísima!
El peligro de llevar a unas bloggers a cocinar :S
¿Qué deciros de la Escuela de Cocina? Pues que lo pasamos pipa preparando las recetas, ¡y disfrutándolas después! Y que además cuentan con un equipo de profesionales como la copa de un pino que son unos auténticos soletes. Desde aquí, mil gracias a Sesé y a todo su equipo por invitarnos a participar en uno de sus cursos, ¡nos ha encantado! Aquí podéis ver toda la información sobre la Cocina de la Felicidad, que se imparte un viernes al mes durante seis meses.
¡Y a disfrutar del jueves que ya no queda nada para el fin de semana!
-Mar y María