Os pongo en situación: martes, cuatro y media de la tarde, Bosco se declara en huelga de siesta (últimamente lo hace mucho… lo de dormir no va con él, ¡qué le vamos a hacer!) así que me lo cargo a la cadera (y luego me extraño de que me duela la espalda) y voy corriendo a recoger a las otras dos. Chispea. Qué digo chispea: para cuando llego al colegio lo que cae es lluvia, así, con todas las letras. A estas alturas del partido, cualquier otra tarde ya habría empezado a tirarme de los pelos… pero ese martes no, ese martes, por suerte, teníamos un plan. Mentira, «un plan», no: EL plan. EL planazo. Fiesta de carnaval en Imaginarium. Y ahora dime que no quieres volver a ser niño…
¿Os imagináis? Cinco años, entras en tu tienda de juguetes, esa de la que tienen que sacarte a rastras cada vez que vas, y te dicen las palabras mágicas: «¿de qué quieres disfrazarte?». Y ves allí, ordenaditos, un montón de disfraces: superhéroes, princesas azules y rosas, caballeros, reinas y reyes, Peter Pan y el Capitán Garfio, El mago de Oz, Caperucita Roja, Alicia en el País de las Maravillas… ¿me tomas el pelo? La cara de mi hija era un cuadro. Al final, Dorothy, de El mago de Oz, es el elegido.
Dos princesas y un Capitán Garfio completan el cuadro.
Confieso que el de princesa es una pasada: ya lo teníamos fichado estas Navidades. Se lo pedimos a los Reyes Magos y todo, pero se dejaron el paquete con las tallas buenas en Oriente…
Les peinaron y maquillaron como en su vida… Eso sí: Dorothy ahora me pide esas dos trenzas de raíz todas las mañanas. Y todas las mañanas me las veo y me las deseo para hacerle un peinado medio decente… además de madre, aprendiz de peluquera. Ahí es nada.
Y por si lo de los disfraces fuera poco, terminamos la tarde entre dibujos, lápices de colores y esa pared entera de Lacasitos… ¿se puede pedir más? Lo que os diga: ¡a ver quién es el guapo que los saca de Imaginarium ahora!
Os cuento, además, que en Imaginarium tienen un concurso en marcha: si entráis en sus tiendas y os hacéis una foto divertida en el marco que tienen con alguno de sus disfraces o complementos, y la mandáis a carnivalcontest@imaginarium.info podéis ganar 300€ en productos Imaginarium. ¡Y pasar un buen un rato, eso seguro!
PD: ¿Qué me decís de mi reno? Lo sé… pero qué poco objetiva soy, madre mía… 😉
¿Cuál es el mejor disfraz que habéis tenido nunca? Yo aún recuerdo uno de ratita presumida que teníamos cuando éramos pequeños… con su lazo y todo. Recuerdo que se lo poníamos a mi hermano pequeño (sí: hermano, con «o») y al pobre le daba terror la cola. Miraba para atrás y corría, espantado de ver que la cola le seguía y no había manera de perderla de vista. Jajajaja. Llamadme mala, pero sigo llorando de la risa de recordar la escena… 😉
-María