El bote de las «buenas acciones»

Bote buenas acciones

bote buenas acciones

Esta segunda nos ha salido guerrera… así que mi marido y yo andamos a la busca y captura de buenas ideas para conseguir que se porte bien, y  que vea que toda buena acción tiene su justa recompensa. Empezamos con la típica tabla de acciones que mucho me temo está últimamente llena de «sad» en lugar de «happy», pero como últimamente no me da la vida para hacer todo lo que me gustaría, y puesto que sinceramente pienso que es un pelín pequeña para comprender del todo la tablita… voy a darle una oportunidad a este bote de «buenas acciones» que he encontrado por Internet y que me ha encantado. Me parece sencillo, limpio y claro: si te portas bien toda la semana, conseguirás llenar el bote y que haya recompensa final. Si no te portas bien, el bote no se llena y ya puedes ir olvidándote de la recompensa. Tan sólo necesitáis personalizar un bote y las suficientes canicas de colores brillantes y distintos tamaños como para llenarlo. ¿Cómo lo veis? ¿Alguna otra idea para domar a la fierecilla?

-María

  1. Hola: pues la verdad es que no sé qué edad tiene tu peque (la intuyo), pero si comentas que el tablero no lo entiende, esto tampoco lo entenderá, porque es lo mismo, en otro envase… Creo que a los niños les resulta muy difícil entender esto de «portarse bien toda la semana», a mí misma me desbordaría ese concepto. También el tema de llevar tanta cuenta de cada acción, me parece un estrés. Aunque no soy amiga de los tableros (por muchos motivos, pero bueno) pueden venir bien para modificar una conducta cada vez. conductas concretas que veamos que no tenemos, como padres, otras herramientas para abordarlas. Los tableros de recompensas deben utilizarse siempre positivizando comportamientos positivos e ignorando los negativos. Por ejemplo, hacemos un tablero para modificar un comportamiento tipo decir tacos. El día que no dice tacos, ponemos cara sonriente. El día que dice tacos, queda vacío. No se señala con caritas tristes los comportamientos negativos, sino que se trata de potenciar lo positivo. También es un error muy frecuente utilizar el tablero llenándolo de comportamientos a cambiar, qué estrés para los niños!!

    En esto de las bolas, si lo haces, la idea sería, supongo, meter una bola por cada cosa buena. Algo avanzamos… siempre que no le saques bolas cuando no haga lo que tú consideras que es portarse bien. Pero mira, siempre es bonito tomar consciencia de las cosas bellas que hacemos. Me gusta la idea de las bolas, pero no para dar luego un premio, sino como un recuento de cosas bellas, como un fin en sí mismo.

    Pero vuelve a ser lo mismo. Los niños se cansan de estos métodos, porque el fondo es absurdo y prefabricado. La vida es mucho más sencilla (y yo también tengo un segundo que ha salido más guerrero que la primera). A veces las cosas evolucionan positivamente porque los niños van madurando, a veces tenemos unas expectativas que no se adecúan a la realidad, a veces comparamos en demasía los mayores con los pequeños, a veces no tenemos paciencia suficiente para entender que son niños. Mis herramientas básicas son la comunicación asertiva, el contactar realmente con mi hijo y contactar conmigo. No todo es perfecto porque me desconecto muchas veces y muchas veces no soy tan asertiva como quisiera… pero es que la vida es así, no es perfecta. 🙂

    Premios y castigos son dos caras de la misma moneda. Con 7 años ya conozco niños que tras tanto tiempo con tableritos, se gereran una mala conducta para que sus madres la pongan en el panel y conseguir su recompensa por cosas que no sería necesario, porque no existía ninguna conducta negativa. Da miedo. Yo no los uso, pero entiendo que puedan venir bien en algunas situaciones aisladas (auqnue creo que hay otras formas de educar), pero para nada como algo cotidiano.

    Yo te recomiendo cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen, o padres liberados hijos liberados (son muy parecidos) . Ayuda a desarrollar habilidades educativas. Creo que la proliferación de estos paneles y demás técnicas vienen por un déficit en nuestras habilidades como educadores. Creo que hay que ir a las causas (las de los comportamientos) y también a las causas de por qué utilizar tantos métodos prefabricados para educar.

    Un abrazo,

    maite

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  2. María José

    Como antropóloga e investigadora de la infancia, te garantizo que lo que Maite ha comentado, se acerca mucho más a la realidad. Nuestras expectativas adultas están alejadas, en nuestra cultura, de las necesidades y del desarrollo neurológico y biológico infantil. El libro de Faber, que te recomiendan es de los mejores para probar estrategias que nos permitan conseguir la colaboración de nuestros hijos, pero de ina forma respetuosa y empática, que les enseñará a ser respetuosos en sus relaciones.

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  3. Sinceramente me parece un poco triste, me recuerda a unos conocidos q les dan un euro por la noche a sus hijos si se han portado bien durante el día… personalmente me daria una pena terrible hacer eso con mi hijo, además los condicionamientos operantes funcionan bien mientras hay refuerzo, cuando este desaparece no suele tardar demasiado en desaparecer la conducta.

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