¿Quién que sea padre o madre, aunque sea desde hace muy poco, y no ha pisado ya en incontables ocasiones una tienda Imaginarium? Ya mucho antes de ser mamá siempre me han gustado mucho los niños, y por eso, cuando conocí la primera tienda de Imaginarium, con esa pequeña puerta pensada por y para los más pequeños, los protagonistas de la tienda, no lo pude evitar: fue un flechazo inmediato. Ese mismo día entré y ya compré regalitos para mis sobrinos, y desde entonces se ha convertido para mí en una parada obligada cada vez que he necesitado hacer algún regalo para niños. Las visitas a la tienda se han multiplicado exponencialmente desde que nació mi hija, y es que Imaginarium no es sólo una tienda de juguetes: es todo un mundo dedicado al universo infantil, lleno de productos y servicios innovadores que enamora por igual a niños y mayores.
