Juegos para desarrollar su creatividad

Los recuerdos de mi infancia están llenos de días en el campo, de montar cabañas entre las piedras y jugar a papás y mamás con mis primas, o a indios y vaqueros con mi hermano y sus amigos; de manualidades con mi tía Pachi (la tía “Chachi”, como la llamábamos, porque siempre tenía, y tiene, algún plan divertido entre manos para entretenernos horas y horas); de aprender a coser, o a tejer, ¡o incluso papiroflexia!, con mi abuela; de irme a la cama pronto para poder leerme uno de los libros de Los Cinco, Puck o Torres de Malory que habían sido de mi madre y sus hermanos y que me encantaba descubrir en la librería de casa de mi abuela, y de que me dieran las 3 y las 4 de la mañana hasta terminarlo…

Recuerdos que no están para nada relacionados con la tecnología, y mira que me gusta todo lo tecnológico; recuerdos que me encantaría que mis hijos tuvieran el día de mañana. Por eso, siempre que busco juegos o actividades para hacer con mis hijos, me voy irremediablemente hacia todo lo que tenga que ver con la creatividad, con potenciar las distintas habilidades que demuestran mis hijos, con brindarles la oportunidad de romper con su día a día y de distraerse haciendo aquello que más les gusta a los niños: dar rienda suelta a la imaginación y ver “qué sale” de ello. Vivimos en un mundo ya de por sí muy digital, por eso me parece tan fundamental darles la oportunidad de disfrutar sin pantallas de por medio, de que se ensucien, de que jueguen al aire libre y de que, por qué no, se aburran también.

Por eso, también, cuando desde El Corte Inglés nos propusieron colaborar con su línea de juguetes dirigida a potenciar precisamente la creatividad de los niños, no lo dudé ni un momento. Es el tipo de juguetes que me gustan; juguetes que no son juguetes, sino oportunidades.

Para Bosco elegí Pincolor Junior, un juego del que no se ha despegado desde que llegó y que a mí me encanta porque afianza los colores, la numeración, aprende a ponerlos en orden y a seguir instrucciones; él es quien elige qué plantilla quiere seguir, y se pasa las mañanas jugando, riendo y enseñándonos sus creaciones. Ha empezado también a inventarse él sus dibujos, cosa que me encanta, aunque de momento casi siempre prefiere seguir una plantilla.

A Blanca, que le encantan las manualidades más “finas”, el juego de Origami ha sido todo un descubrimiento. Mi abuela Ana siempre conseguía entretenernos enseñándonos a hacer pajaritas de papel, “pero de las que vuelan”, nos decía siempre (de las que tiras de la cola y mueven las alas), y de pequeña incluso llegué a tener un libro de papiroflexia con el que iba a todos lados. Es algo que siempre me ha gustado, y sabía que a Blanca, con su personalidad tranquila y reflexiva, era algo que iba a gustarle también. Juntas elegimos qué animal hacer, escogemos el color del papel y pasamos la tarde plegando y volviendo a plegar; un juego que favorece la atención y la concentración, que fomenta el que no se rinda y vuelva a intentarlo hasta conseguir la figura que quería, cualidades todas ellas que me parecen muy importantes desde pequeñitos.

En línea con este, los mosaicos de Miyo son otra gran forma de entretenerlos sin ensuciar demasiado. Pueden seguir las plantillas que vienen en el juego, o dar vía libre a su imaginación y crear sus propios mosaicos o decoraciones, postales, felicitaciones, y lo que se les ocurra. En casa, desde luego, han sido un triunfo este verano 🙂

Ana es muy manual: ¿sabéis esos niños que todo lo tienen que tocar? Toca la comida con el dedo antes de metérsela en la boca; es la reina de mezclar restos de bebidas y alimentos para hacer “pócimas”; si hay algún sitio con tierra o arena, corre a por agua o cualquier cosa líquida para mezclarlo y jugar con ello hasta pringarse entera… el tipo de cosas que desesperan a una madre, vaya. Por eso sabía que el torno de alfarero y la pasta de modelado iban a ser todo un éxito. Con ellos potencia su habilidad manual, algo que le encanta, y le permite experimentar, otra de sus grandes pasiones.

Pintureando me está brindando más de una tarde de paz mientras escucho las risas de los tres de fondo, ¿qué hay mejor que pintar con los dedos? Ahora que es verano, además, es el momento perfecto porque lo hacen sin miedo a ensuciarse y a que su madre acabe desquiciada: traje de baño, sacamos los cuadernos para pintar directamente al jardín, ¡y a disfrutar!

¿Qué tipo de juegos buscáis vosotros cuando tenéis que hacer un regalo? ¿Qué es lo que más entretiene a vuestros hijos?

-María

  1. Me ha encantado los juegos que has compartido con nosotros, María. En especial el de la papiroflexia. Creo que a mi hija también puede irle muy bien.
    Yo cuando tengo que hacer regalos tiro de cuentos originales, no los típicos de siempre, y también hay uno que me gusta mucho regalar que es de aprender las profesiones con imanes.
    Os dejo el link del juego del q os hablo para que veáis cómo es!
    https://www.internet-toys.com/en/114516-koala-dream-magnetic-puzzle-piece-professional-92/
    Un abrazo,
    Marta

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