Comenzamos hoy en el blog nueva sección y nueva colaboradora: Marta Martínez, del blog The Budmaas Kitchen, nos llevará de viaje por el mundo a través de sus recetas en Gastropolita, un nombre que combina sus dos pasiones: la gastronomía y los viajes. Conocimos a Marta porque fue alumna de nuestro curso Hello! Blogging Pro y enseguida nos enganchó su blog. Además, le pusimos un reto: ¿cómo presentaría las recetas de una forma diferente, no limitándose a las fotografías? Y, como buena arquitecta, le ha dado una vuelta de tuerca a las preciosas fotografías que hace para su blog y hoy nos sorprende con estas ilustraciones combinadas con fotografías, ¡bienvenida Marta!
¡Hola a todos! He querido inaugurar esta sección con una receta alemana, ya que después de la española es la gastronomía que mejor conozco. Los Pretzel, que el alemán se llaman Brezel y significa lazo, son un clásico de la cocina alemana, especialmente de Baden Württemberg (Suabia) y Bayern (Baviera). Aquí en Stuttgart dicen que los niños nacen con preztel debajo del brazo. Los rellenan con mantequilla y los comen a todas horas. Yo tuve una época en la que me metía uno diario entre pecho y espalda, había una panadería debajo de mi anterior oficina y era un vicio…
En Baviera los toman para desayunar acompañados de dos salchichas blancas y mostaza dulce, ¡qué diferente de las tostadas con mermelada a las que estamos acostumbrados!, ¿verdad?
Pero la versión que hoy os traigo no es ninguna de las anteriores. Son unos pretzel de chocolate. Son más pequeños que los normales y además, en lugar de ser tiernos, son crujientes. Son perfectos de aperitivo en una fiesta, eso sí, ponedlos con servilletas o ¡todo el mundo acabará con los dedos pringados de chocolate!
No es una receta complicada, pero al ser pan, lleva varios levados y por tanto, tiempo. Los podéis ir preparando por fases y hacer cosas entre medias, sobretodo en el primer tiempo de levado que son unas 2 horas.
Los podéis hacer del tamaño que querías, eso sí, os recomiendo que los hagáis lo más finos que podáis, si no, pueden quedar demasiado duros.
Espero que os guste la receta y si os animáis a prepararla ¡contádnoslo!
// Ingredientes //
Para unos 25 pretzels:
1 +½ cucharaditas de azúcar moreno
1 +½ cucharaditas de levadura en polvo
350g de harina fuerte
1 cucharada sopera de cacao en polvo
Sal fina
80g de bicarbonato sódico
400g de chocolate negro
Sal gruesa (opcional)
// Modo de preparación //
1. Tamiza el azúcar, levadura, harina y cacao en un bowl grande. Añade un pellizco de sal y 200ml de agua caliente. Mézclalo bien y con las manos limpias forma una masa. Coloca la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada y amásala durante 5 minutos, hasta que esté elástica. Métela en otro bowl previamente engrasado con un poco de aceite de oliva, cúbrelo con un paño húmedo y déjalo reposar en un lugar cálido durante unas 2 horas, hasta que la masa haya subido.
2. Una vez transcurrido ese tiempo, coloca la masa en tu superficie de trabajo ligeramente enharinada y forma un rulo de unos 30cm de largo. Corta rodajas de 1cm de ancho aproximadamente. De cada rebanada saldrá un pretzel. Estira la rebanada entre tus manos formando un «rulito» de unos 35 – 40cm de largo. Para estirarlo aún más, puedes sujetarlo de ambos extremos e irlo moviendo y estirando, como si fuese una comba.
3. Una vez tengas el «rulito», para dar forma al pretzel, forma una U, luego coge uno de los extremos y bájalo hasta la parte contraria de la curva de la U, haz lo mismo con el otro extremo. Lo puedes dejar así o enroscarlo como los de la foto, pero eso ya va en gustos. Para que no se te despeguen los extremos, utiliza un poco de agua como si de pegamento se tratara. Ve colocando tus pretzel en una bandeja con papel de horno anti-adherente, dejando suficiente espacio entre ellos y déjalos reposar 20 minutos más.
4. Mientras tanto precalienta el horno a 180ºC y prepara dos bandejas más con papel de horno.
5. Pon 4 litros de agua y los 80g de bicarbonato sódico a hervir, no muy fuerte. En cuanto hierva, echa un pretzel en el agua durante 30 segundos y sácalo con una espumadera y ponlo sobre papel de cocina absorbente. Es muy importante que el pretzel no esté en el agua más de 30 segundos o quedará duro después del horneado. Repite la misma operación con todos los demás. Colócalos en las bandejas y hornéalos durante 35 minutos.
6. Una vez que los pretzel estén listos y fríos, derrite el chocolate al baño María y déjalo que se enfríe un poco para no quemarte los dedos. Baña cada pretzel en el chocolate, añade un poco de sal gruesa sobre el mismo, ojo poca, y sólo si ya has probado la combinación antes, es un sabor especial y no a todo el mundo le gusta. Refrigéralos hasta que el chocolate endurezca.
¿Qué me decís, alguien se anima? ¿Los habéis hecho alguna vez?
¡Guten appetit!
Marta Martínez
La cocina, el diseño, la fotografía y los viajes son mi vida. Así que en este espacio me gustaría compartir con vosotros las recetas más viajeras de una forma divertida y diferente, ¿listos?
