Mi hija Blanca siempre ha comido fenomenal todo tipo de comida… ¡hasta que la carne llegó a nuestra vida y tocó masticar! Qué tía… no hay día que no me tire un buen rato sentada con ella, viendo cómo pasa la bola de un carrillo al otro, incansable (ella, porque lo que es yo termino hartita). ¡Y que conste que estoy hablando de una niña a la que le apasionan las espinacas y las coles de bruselas! Así que podéis imaginaros que lo peor de todo es que mi hija es de «bola selectiva»: vamos, que mastica (y traga) lo que quiere, y hace bola (y pasa de tragar) lo que le apetece. En especial las albóndigas. Imaginaos mi sonrisita (de maligna, me temo) cuando he visto esta genial imagen en Crafty Moods, ¡me ha encantado! Pienso ponerla en práctica la próxima vez que haga albóndigas… aunque por la salud de su madre, que soy yo, quizá sea mejor dejar el nido con un sólo pajarito y ver si nos «tragamos el cuento».
Para esta stiloreceta tan sólo necesitáis espaguettis y albóndigas (obvio, lo sé), ojos de caramelo (podréis encontrarlos en tiendas de pastelería) y zanahorias para los picos. Un poquito de maña para colocar los ojos y picos a las albóndigas, et voilà!
¿Y vosotros? ¿Tenéis alguna otra idea para hacer la comida de los peques más atractiva?
-María
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