Cuando el bebé tiene entre 4 y 6 meses, comienza la aventura de las primeras comiditas. En mi caso, y dado que he vivido en Nueva York desde que mi hija tenía 2 meses, el pediatra neoyorkino «no me dejó» introducir los sólidos hasta los 6 meses (aunque debo confesar que cuando Mar Jr tenía 5 meses hice un poco de trampa y lo hice a la española, añadiendo cereales en el biberón de la noche…). Para comenzar con las papillas, me hice con un equipo esencial de «batalla» (y eso que la verdad es que he tenido suerte y ni una sola comidita desde que empecé ha sido una batalla… ¡es una comilona!):
1. Bowl con recogedor, de Boon. Tiene una ventosa para resistir las caídas.
4. Cuchara dispensadora, de Boon. Súper útil para las comidas en la calle.
– Mar
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