Vendimia en Alonso del Yerro

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Todo un año esperando a que llegue la vendimia… y cuando por fin llega suele estar pasada por agua así que poco podemos disfrutarla. Este año, sin embargo, habíamos decidido ir cayera quien cayera antes de que terminara y, aunque el fin de semana ha caído el diluvio universal en casi toda España, el tiempo nos respetó en la Ribera de Duero (o, al menos, en la zona de Roa) y disfrutamos de un día de campo espectacular, viendo vendimiar, haciendo nuestros pinitos en la recogida de uva y poniéndonos morados a uvas (literalmente: las bocas daban miedo jajaja).

Aprovechamos, además, para hacer las fotos de nuestra colaboración con el nuevo catálogo de ropa niña de Gocco, que no sé si conocéis pero tiene unos tonos de lo más otoñales, ¿no os parece? Gocco, además, es una de esas marcas de niños que siempre han tenido un hueco en el armario de mis hijos; es una de las primeras tiendas de ropa para niños que recuerdo y, de hecho, a mi hermano pequeño, con el que me llevo bastantes años, le cayó más de una vez de regalo algo de Gocco 😉

¿Os habéis planteado alguna vez cómo se realiza la vendimia? Cada bodega tiene un poco su proceso, pero yo os puedo explicar el de Alonso del Yerro 😉

Aprovechando que hacía un día maravilloso, fuimos al campo a ver a los vendimiadores: un espectáculo de colores verdes, naranjas, amarillos y rosas, como veréis en las fotos.

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Comida Alonso y del Yerro

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Que tengo la suerte de tener una familia enorme no es ningún secreto 😉 El año pasado mis padres decidieron instaurar una comida anual en Viñedos Alonso del Yerro con las familias que dan nombre al proyecto: la de mi padre, y la de mi madre. Es decir, los hermanos de mis padres, con sus hijos y nietos, que no somos pocos, y mi abuela 😉

Aunque echamos de menos a los que no pudieron venir aquél día, lo cierto es que es una excusa fantástica para juntarnos todos, que a medida que vamos creciendo se complica cada vez más, y para ponernos al día los unos con los otros.

He tenido la suerte de crecer en una familia grande, sí, pero donde el concepto de «familia» siempre ha sido importante. Hasta que fui muy mayor no recuerdo un domingo que no comiéramos en casa de mi abuela Montse con todos mis primos, ni una semana en que no viera a mis primas Yerro.

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Un fin de semana entre viñedos con el nuevo Bugaboo Buffalo Escape

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Como seguro sabréis los que nos seguís por las redes sociales, aprovechando que el 15 de mayo es fiesta en Madrid, Mar, Bea de cbda y yo decidimos que ya iba siendo hora de organizar una junta de accionistas Hello! Creatividad y nos escapamos con nuestras familias a los viñedos que tienen mis padres en la Ribera del Duero. El plan: tratar de desconectar, disfrutar del aire libre y dejar que los niños corrieran por el campo. Y como de campo iba la cosa, Bugaboo nos prestó su nuevo Buffalo Escape para que pudiéramos disfrutar como Dios manda de los paseos a los que se presta el paisaje de la Ribera.

La primera impresión que da el Bugaboo Buffalo es de grande. Enorme. Pero la increíble facilidad con la que se maneja y la gozada que es meterlo por todos lados como quien pasea por terreno llano cautivan de inmediato.

Tres matrimonios con un total de 8 niños menores de 6 años y un perro se dice pronto… pero es lo bueno que tiene el campo: da igual cuántos seáis, mientras tengan espacio para correr. Y así hemos estado; al aire libre desde que nos levantamos hasta que nos acostamos casi, aprovechando para jugar al escondite entre los trigales (que no os imagináis el juego que nos han dado), para recoger flores y hacer coronas de margaritas

El café del viernes + Alonso del Yerro

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Cada viernes en Sonambulistas nos tomamos un café virtual con todas las personas que hay al otro lado de la pantalla, ¿coges tu café y te lo tomas con nosotras?

Si estuviéramos tomando café, os diría que tengo a Mar regañándome porque dice que nunca os he contado nada de Alonso del Yerro, y esto no puede ser. Y la verdad es que tiene razón. Claro que tampoco sabría por dónde empezar, ¿pero para qué están los cafés, al fin y al cabo, sino para conocernos un poco más?

Si estuviéramos tomando un café os contaría que en 2003 mis padres se lanzaron a la aventura de emprender, de crear una empresa que llevara los apellidos de sus hijos porque, y no se cansan de repetirlo, para ellos su familia somos lo primero. Conscientes de que, por mucho que les gustase el mundo del vino, no tenían los conocimientos suficientes como para hacer los grandes vinos con los que soñaban, supieron rodearse de los mejores y no han dudado en recorrerse el mundo de una punta a otra para apoyar a sus distribuidores allá donde hiciera falta. Al fin y al cabo, ¿qué es emprender sino dedicarte en cuerpo y alma a aquello en lo que crees y te apasiona? Gracias a ello, su esfuerzo se ha visto recompensado: el María, el Alonso del Yerro y el Paydos cuentan con respeto, y el cariño, de grandes catadores y críticos del mundo del vino, respeto que se ve reflejado en las puntuaciones que consiguen, año tras año, y en los comentarios de quienes catan sus vinos.

Si estuviéramos tomando café, y me preguntarais por Viñedos, os diría que lo primero que me viene a la cabeza es la palabra «orgullo». Orgullo de tener unos padres que en 2003 nos juntaron a los cinco hermanos para contarnos su ilusión, y que lo dejaron todo por crear Viñedos Alonso del Yerro.