Últimamente mi marido piensa que se me ha caído algún tornillo. Y no le culpo. Cuando me pilló el sábado pasado en la cocina intentando colocar a los macarrones de pie todos juntitos me dijo: «¿pero qué estás ha-cien-do?» y con la mejor de mis sonrisas le dije: «mejor no preguntes»… En fin, creo que son de esas cosas que sólo otras madres podrían entender… Y aquí tenéis lo que estaba haciendo: cocinando la comida del sábado mientras preparaba el segundo ejercicio que hice para el curso de fotografía still life que hice para el curso de Luisa Morón que intento seguir este mes aunque no tenga tiempo. El primer ejercicio sólo os lo he enseñado por Facebook, pero prometo que pronto habrá un post sobre esas fotos, ya que se las hice a mi receta preferida: la torta de naranja de mi abuela.
En esta ocasión había que fotografiar un bodegón compuesto por más de tres elementos. Me apetecía (i) cocinar algo divertido con mi pequeña; (ii) hacer una receta para niños inspirada en el circo, para participar en el reto de El Menú del Circo del Cielo, una app para Ipad lanzada con la participación del blog de La Receta de la Felicidad, del que os hablé el otro día aquí (mejor si todavía no la descargáis porque falta alguna actualización de programación que Sandee me ha dicho que llegará en febrero para que funcione 100% correctamente, en cuanto esté lista ella avisará en su blog), y porque mi hija está fascinada con el mundo del circo; y (iii) como os decía antes, tenía que hacer la comida del sábado porque ya se sabe que hay que aprovechar y hacer varias cosas a la vez, ¿o no?
Total, que como una de las recetas más repetidas en casa son los macarrones con carne, que hago siguiendo la receta de mi madre, la mejor receta de macarrones del mundo mundial, y como quería hacer todas las cosas que os he dicho, decidimos hacer El circo de los macarrones.
Seguid leyendo para averiguar cuál es la mejor receta de macarrones con tomate del mundo: ¡la de mi madre!