Recuerdo muy bien el día que conocí a Pablo Sánchez Carmenado, de Drinking Runners, hace ya un par de años. Bugaboo presentaba su carrito especial para corredores, el Bugaboo Runner, y allí estaba él, que se vino a la comida. Recuerdo cómo todas las presentes no pudimos parar de reírnos durante la comida, de principio a fin. Y ese día hice un amigo. Uno grande.

¿Y cómo describiros a Pablo? Es muy divertido. MUY. Es MUY buena persona. Y MÁS buena gente. Es un padrazo. Es Director de Marketing de una editorial y un currante nato. Es un cachondo mental. Sale a las 6 am todos los días a correr (sin comentarios). Tiene 5 hijos. Es más listo que el hambre. Y no sólo quiere cambiar el mundo… él lo cambia.

Gracias al proyecto que fundó y que impulsa cada día, ha conseguido que el colectivo de corredores que forma Drinking Runners sea el primer donante nacional al Banco de Alimentos. El primero. Mu fuerte.

Tener 5 hijos y ser el Director de Marketing y Publicidad de una editorial no le impide sacar tiempo (y mucho) no sólo para hacer deporte, sino para mover a la gente a hacerlo y todo ello con un objetivo solidario. En realidad hace muchas más cosas, pero mejor no sigo para no agobiaros y que empecéis a preguntaros de dónde saca el tiempo…

Desde que nos conocimos intentamos vernos de vez en cuando y siempre pasamos un rato 10, y la última vez le pedí que me hablase un poco más sobre él y sobre Drinking Runners para que podáis comprobar por vosotros mismos lo GENIO que es.

Pablo, cuéntanos, ¿por qué empezaste a correr?

La verdad es que siempre había hecho mucho deporte (piragua, correr, esgrima…), pero «me hice mayor», estudié Derecho y Publicidad, comencé a trabajar y a tener más responsabilidades y dejé de hacerlo. Y un día, allá por 2011, en el que para liberar estrés salí a correr con un amigo y vi que no aguantaba ni un kilómetro, decidí que iba a volver a correr sí o sí. Y hasta hoy no he parado ni pienso parar.

¿Cómo empieza y cómo definirías Drinking Runners?

Todo comienza porque, después de empezar a correr, abro una cuenta en Twitter en la que voy colgando mis entrenamientos de forma divertida. Y ahí comienzo a conocer a gente que también sale a correr y a la que le gusta divertirse.

Luego pensamos en que podíamos aprovechar nuestras carreras para ayudar, presentamos el proyecto #KmsXalimentos en las redes sociales y la gente se volcó: organizamos una quedada por Twitter, acudieron 90 personas y donamos casi 500 kilos.