Una animalada de fiesta (II) y lo bien que lo pasamos
El otro día os contaba cómo había decorado el cumpleaños infantil de mis niños, que organizábamos a principios de septiembre, pero no terminé de contaros todos los detalles. Este año conté con la ayuda no sólo de mi marido, sino también de mis padres (que se vinieron desde Sevilla, ¡eso sí que son unos padres!) y mi hermana, que los pobres se pasaron el día haciendo todo lo que les pedía, lo que sin duda me facilitó bastante la vida. Dado que era un cumpleaños de animales o una «animalada de fiesta», como decía la invitación diseñada por Carmina de Supermundano, había animales por todas partes…