Con tan sólo un año y medio, a mi hija le encanta ponerse collares, pintarse los labios, las uñas y, por encima de todo, ponerse los tacones de lunares que le compró mi madre para vestirla de flamenca en la Feria de Sevilla… ¿por qué será que a los niños les gusta tanto disfrazarse? Por eso me ha gustado mucho esta idea de poner un pequeño armario casero en la habitación infantil lleno de disfraces, porque estoy segura de que se convertiría en el rincón de ocio preferido de mi hija… ¡ahora sólo me falta conseguir un poquito más de espacio en la habitación!
– Mar
Vía: Por más que intento recordar no sé en qué blog vi esta foto, ¡lo siento!
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