Nuria y Markus, de Kinuma

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¿Alguna vez os habéis preguntado cómo se vive la Navidad en el interior de una tienda de juguetes? ¡Nosotras sí! Para mí, debe de ser lo más parecido al taller de Papá Noel desde donde los elfos preparan con mimo cada regalo para que llegue a todos los niños del mundo… Markus y Nuria no son Papá y Mamá Noel, ni sus hijos son los elfos trabajadores de los cuentos, pero nos han abierto las puertas de su recién renovada Kinuma para que aprendamos un poquito más sobre ellos y vivamos las fechas desde la maravillosa locura en que se ven inmersos de la mano de su nuevo pero ya característico elefantito a rayas, ¿os ha picado el gusanillo de la curiosidad? ¡Pues os dejamos con ellos!

¡Hola a todos! Hoy os invitamos a pasar a la trastienda de Kinuma para ver en primera persona cómo es el día a día de nuestra familia en estas fechas Navideñas.

Hace ya un par de meses que Markus y yo nos levantamos sobre las 6 de la mañana para poder trabajar un par de horitas antes de despertar a los peques para vestirlos y llevarlos al cole, pues luego ya nos metemos de lleno en la actividad frenética.

De ahí vamos directos a la tienda física que tenemos en Les Franqueses del Vallés, y aprovechamos al máximo esa horita que tenemos antes de abrir para empezar a sacar los productos que nos hayan pedido durante la tarde anterior y por la noche. Como tenemos tienda física y on-line, siempre separamos lo que nos hayan pedido por internet de lo que tenemos expuesto, para no tener ningún problema a la hora de entregarlo y que no pida alguien algo que se venda luego en la tienda y nos quedemos sin stock.

Por suerte, este año una amiga mía, Anna, nos ayuda con la tienda por las mañanas y así podemos organizarnos mejor: ella atiende a los clientes mientras Markus y yo sacamos el papeleo diario de pedidos y separamos los productos. Si no hay clientes, entre Anna y Markus siguen preparando pedidos y así yo puedo dedicarme a la «burocracia»: atención al cliente, proveedores, bancos, etc. ¡Soy la auténtica mujer orquesta!

Cuando ya tenemos todo separado pasamos a dedicarnos a empaquetar y etiquetar los pedidos, que deben estar listos para las 3:30-4:00, hora en que llega una de las empresas de transporte con la que trabajamos. Entregados por fin los paquetes, podemos disfutar de nuestro (brevísimo) momento de respiro para enseguida volver a la carga con la preparación de los paquetes que tienen que salir hacia las 7 de la tarde, con la otra empresa de mensajería. Siempre intentamos sacar en el mismo día todos los pedidos que nos llegan.

Las tardes son más de locos porque tenemos mucha más gente en la tienda y, entre atender y envolver, tenemos poco tiempo para seguir con los pedidos de la tienda on-line o para sentarnos delante del ordenador. ¡Menos mal que por la tarde tenemos a otra Anna contratada que nos ayudar a atender a los clientes! La tienda física cierra sobre las 8 (en teoría, en la práctica no siempre lo conseguimos), ordenamos un poquito, cerramos ¡y corriendo a casa! para poder estar como mínimo una horita con los peques, aunque sea el momento de llevarlos a la cama, de contarles un cuento y hablar un poco sobre cómo ha ido el día.

Kinuma es de Markus y mía, lo que significa que los dos estamos al 200% metidos en la campaña y lo que peor llevamos es que este mes vemos a los niños muy poquito. Este año ha venido a ayudarnos la abuela de Alemania, y con ella los niños han podido hacer las galletitas típicas alemanas, decoraciones navideñas, han hecho manualidades y dado paseos, etc., y han vivido la magia de diciembre más de cerca.

Como véis, tener una tienda de juguetes en Navidades también tiene su lado malo… Durante el año la verdad es que tanto Markus como yo disfrutamos mucho de los peques, ya que podemos organizarnos mucho mejor, pero el momento mágico del año, cuando apetece salir a dar un paseo por los mercadillos y disfrutar de las decoraciones y el ambiente festivo con los pequeños, se nos queda un poco pobre.

¡Pero no creáis que el día termina aquí! Mientras los niños duermen, Markus y yo seguimos un par de horitas más en el ordenador para contestar los e-mails que se nos han ido acumulando a lo largo del día, poner los nuevos productos on-line, arreglar distintas cositas que vamos viendo con la nueva web… Vamos, ¡que estamos deseando que lleguen los Reyes Magos para poder volver a achuchar a nuestros peques muuuuuchas horas al día y poder meternos todos en la cama a ver una peli un viernes por la noche! 😉

Nuria, Markus, ¡miles y miles de gracias por compartir con nosotros un poquito más de vuestro día a día en estas fechas tan señaladas! Y por haber conseguido hacernos un huequito en estos días de locura para contarnos cómo se vive la Navidad en una tienda de juguetes… no habéis hecho más que confirmar lo que ya pensábamos: que los duendes de Papá Noel y los pajes de los Reyes Magos existen, y se esconden tras un mostrador o entre las cajas de stock de las tiendas on-line. ¡Enhorabuena por todo vuestro trabajazo!

-Mar y María

  1. Muchas Gracias Maria y Mar por vuestro post. Nos ha encantado. Un abrazo enorme!!

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    • Bebestilo

      ¡¡A vosotros por compartir vuestro día a día con nosotras y con Bebestilo! Un besazo y a por esa campaña, que ya queda menos para poder ver una peli en familia 😉

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