Cuando nació Blanca, una de mis mejores amigas, que entonces vivía en EE.UU., me regaló un ‘set de lactancia’ entre el que se encontraba este cojín myBrestfriend. Ahora que le estoy dando el pecho Ana ha vuelto a convertirse en un elemento imprescindible en mi vida. Se trata de un cojín que se engancha alrededor de la cintura y que permite a la madre adoptar una postura correcta para dar el pecho (¡vuestra espalda os lo agradecerá!), al tiempo que coloca al bebé a la altura y posición correctas, lo que facilita el que se agarre bien.
Hay distintas opciones de cojín de lactancia disponibles: para un solo bebé, para gemelos, de viaje, orgánico, especial para cólicos… además de distintas marcas en el mercado; pero esta es la que conozco… ¡y no la cambiaría!
Ventajas
– Permite apoyar bien los codos y brazos, de manera que se adopta una posición correcta, sin sobrecargar los hombros, y se evitan los molestos dolores de espalda.
– El cojín es firme y plano, para evitar que el bebé ruede hacia un lado u otro.
– No sólo sirve para dar el pecho: también es útil para darle el biberón.
– Tiene un bolsillo en uno de los laterales, muy cómodo para guardar un babero, una botellita de agua, el móvil… esas cosas que necesitamos y de las que siempre nos acordamos cuando ya estamos dándole el pecho a nuestro bebé… ¡y si no que se lo pregunten a mi marido!
– Se le puede quitar la funda para lavarlo, e incluso venden fundas de recambio para intercambiarlas.
Inconvenientes
– El único inconveniente que se me ocurre es su tamaño: como todo lo relacionado con el mundo de los bebés… ¡ocupa espacio! Claro que al principio pasas tanto tiempo dándole el pecho a tu pequeño que te dará igual.
En resumen: me parece todo un invento para las madres que estamos dando el pecho, ¡y para las que no!
-María
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