No es ningún secreto que me gusta mucho la marca Phil and Teds de productos para niños y, los que me seguís por instagram, sabéis que con Bosco he tenido la suerte de probar su Smart Lux, la nueva versión del Smart del que ya os hablé en su día. Hoy os hago un review de esta silla de paseo que me ha gustado mucho y que me parece una gran solución para padres que, como yo, viven atados al coche y se pasan la vida plegando y abriendo la silla del bebé, ¿la vemos?
Esto es lo que nos encontramos al abrir la caja: el chasis, las ruedas, la silla con el arnés de cinco puntos, la capota y la barra delantera. Montarlo es muy rápido y sencillo, basta encajar las ruedas en su sitio, la capota (se engancha con un clip) y colocar la silla en las fijaciones.
El primer gran punto a favor que tiene es que una misma silla ofrece un montón de soluciones distintas: ya no sólo que se pueda poner al niño mirando hacia delante o hacia los padres, algo que hoy por hoy es muy normal en casi todas las sillas de paseo, sino que la propia silla se convierte en capazo, una gran ventaja desde mi punto de vista porque no tienes otro trasto más que guardar en el trastero (en el mío ya no cabe un alfiler), ni tienes que invertir en un producto que, si lo piensas fríamente, tiene una vida muy limitada: 5-6 meses en el mejor de los casos, siempre según mi experiencia.
Otro gran punto a favor para alguien que, como yo, se pasa la vida metiéndola en el maletero del coche, es que se puede plegar sin necesidad de quitar la silla, ocupando menos espacio.
Además, se puede plegar con una sola mano: bajas la pestaña que hay en la parte interior del manillar para poder moverla hacia la izquierda y desbloquear así el mecanismo, levantas un poco las ruedas delanteras del carrito e inmediatamente verás que la estructura se vence hacia abajo. Acompaña el movimiento hasta el suelo y listo. Rápido, fácil e intuitivo.
Para abrirla, vuelves a mover la pestañita de la parte interior del manillar y levantas la silla, con energía, por el manillar. Este punto es más fácil si se hace con la silla puesta; si has tenido que quitar la silla es posible que cueste un poco más que la silla haga «clic» y se quede perfectamente encajada (a mi marido le ha costado hacer bien el movimiento de muñeca, aunque yo he cogido el truquillo enseguida). Os recomiendo comprobar siempre que la silla esté bien abierta levantando un poco las ruedas delanteras del suelo, ya que así veréis enseguida si está bien abierta o no (si no lo está se volverá a plegar).
Poner y quitar la silla también es fácil: a ambos lados de la silla encontraréis unos círculos como los de la imagen de aquí abajo. Si apoyáis el dedo sobre las rayitas y empujáis hacia abajo, veréis que os deja sacar la silla del chasis. El mecanismo es exactamente el mismo para los adaptadores de la maxi cosi (¿os he dicho ya que me paso la vida en el coche?)
En la parte superior del chasis, en el centro, encontraréis la pestaña para tumbar el respaldo de la silla: tiene tres posiciones de reclinado, más lo que se reclina al soltar el clip que hay en la parte posterior. Para convertir la silla en capazo basta con soltar el clip de la parte posterior del respaldo y el de la parte posterior del reposapiés, y reclinar la silla por completo.
Una de las cosas que me había gustado siempre de mi Vibe era su famosa capota «follow the sun», que no va fija a la silla y se puede mover en función de dónde esté el sol. La capota del Smart Lux sí que es fija, así que pierde esa movilidad que tanto me gustaba, pero para compensar le han puesto una cremallera en mitad de manera que se puede extender para que cubra más. La parte que se abre deja pasar el aire y la luz, cosa que se agradece, pero protegiendo al pequeño del sol.
La solución no es mala, y es verdad que al abrir la extensión gana bastante, pero reconozco que me encantaba la capota «follow the sun»…
El freno está junto a la rueda derecha y se acciona con el pie, pisando sobre la parte roja. Para quitarlo, a mí me resulta más fácil levantarlo poniendo el empeine bajo esa misma parte roja en lugar de pisar la parte gris, aunque se puede hacer de las dos formas.
Entre los accesorios que encontraréis, y que yo sí que utilizo, tenéis los adaptadores de la maxi cosi, el capazo «de lux» que es el que habéis visto en mi instagram una y otra vez porque es donde iba Bosco hasta hace un par de días, que le cambié al capazo normal porque, aunque el capazo de lux es súper cómodo y mullidito, con un aspecto súper gustoso para el bebé, también es cierto que abulta más y, con tres, el espacio empieza a ser una prioridad en mi vida… y el posavasos, que aunque sea una bobada he descubierto que es muy práctico para llevar la botella de agua de las mayores.
Sí que echo de menos que la silla venga con el plástico de lluvia incluido, pues hay que comprarlo a parte, y, más que nada, me parece un rollo porque no solemos acordarnos del plástico de la lluvia hasta que no nos cae el diluvio universal, y entonces es cuando te toca salir corriendo a la tienda más cercana a ver si lo tienen.
En resumen, me gusta mucho la idea de que un solo carrito se pueda utilizar desde el nacimiento sin necesidad de andar guardando armatostes aquí y allá, que los niños ya vienen con suficientes trastos bajo el brazo, y creo que es, además, una muy buena opción a tener en cuenta a la hora de elegir cochecito. Cuesta unos 400 euros y lo podéis encontrar en la propia web de Phil and Teds o en cualquiera de las tiendas que encontraréis en su localizador.
¿Conocéis la marca? ¿Habéis probado este o alguno de los carritos de Phil and Teds?
-María