Nueva mochila WE de Babybjörn + un paseo por el centro

mochila WE babybjorn

Con el tercero es cuando, de verdad, te das cuenta de que te has quedado sin manos. Llamadme histérica, pero si ya de por sí me ponen nerviosa las aglomeraciones de gente, cuando voy con mis hijos me pongo hasta de mal humor. Bueno, vale, tanto no. Pero casi. Reconozco que me da terror la idea de que se me despiste uno y se sienta, aunque sea por un segundo, agobiado porque no me encuentra.

No me malinterpretéis; creo que es bueno dejarles correr a sus anchas y normalmente no me importa si veo que se despistan: creo que así aprenden a desenvolverse y enseguida me encuentran (y, en cualquier caso, podéis imaginar que en esos casos yo no les pierdo de vista: les observo desde la distancia, preparada para correr en su busca si veo que se agobian o que van a echar a correr en dirección contraria para tratar de encontrarme); pero eso es cuando estamos en el parque, o cuando damos un paseo tranquilos y sin aglomeraciones que valgan. Mi problema es cuando quiero ir con los tres a dar una vuelta por el casco antiguo (Sol, Plaza Mayor, and so), por ejemplo, o cuando, como en el caso de estas fotos, fuimos a pasear por Malakids para visitar el stand de Bugaboo y aprovechamos para dar una vuelta por la zona que, dicho sea de paso, es un plan cada año más divertido. Allí nos reunimos con Mar y su familia, a la que le pasa lo mismo que a mí, y aproveché para hacerle estas fotos para enseñároslas.

Porque sí: en situaciones como esta es donde entra en juego la importancia de tener una buena mochila portabebés. Así que cuando desde Babybjörn nos ofrecieron probar la nueva mochila WE no lo dudamos ni un momento: si la mochila portabebés ya nos parecía un imprescindible en toda lista del bebé, ¡con el tercer hijo, más!

El café del viernes + mis propósitos para el nuevo curso

vuelta al cole

No hace descubrimos una serie de posts en blogs americanos llamados “If we were having coffee”: se basa en contaros en un post lo que le contaríamos a una amiga si estuviésemos tomando café. Así comenzamos nuestra sección El café del viernes, ¿coges tu café y te lo tomas con nosotras?

Si estuviéramos tomando un café os contaría que la vuelta al cole se me está haciendo un poco cuesta arriba. No termino de organizarme del todo y arrastro esa (odiosa) sensación de estar a mil cosas y estar haciéndolas todas tarde, y mal, ¿sabéis de qué os hablo? Bosco no termina de entrar en una rutina más o menos fija y creo que eso es lo que más descolocada me tiene: sigo con la lactancia casi exclusiva así que me voy organizando los días en función de a qué hora sea su primera toma… así que aprovecho este cafetillo para contaros que reconozco que empieza a matarme, pero me resisto a quitarle tomas porque me encanta que sea «nuestro» momento, y porque está creciendo a toda velocidad y me da penita ir quemando las etapas demasiado rápido. Así, sin que nos oiga nadie, este tercero está hecho un caradura pero no me importa porque me tiene totalmente loca.

Si estuviéramos tomando un café os diría…

… que estoy como a 1 de enero, con nuevos propósitos para el nuevo curso, y el más importante de ellos es aprender a gestionar las rabietas y peleas de las dos mayores, que a las pobres las tengo de lo más abandonadas desde que nació Bosco y últimamente me siento el ogro de la película. Por suerte he descubierto a Laura y sus trucos para educar: si no conocéis el blog no sabéis lo que os estáis perdiendo, llevo un buen rato perdida entre sus posts porque me ha encantado cómo escribe y cuenta cómo gestionar situaciones de lo más habituales en mi casa últimamente, desde su experiencia de madre de cinco hijos.

… que me he enamorado de las mochilas So Young. ¡Me las llevaría todas! Menos mal que no las he encontrado por ningún lado, os puedo asegurar que mi bolsillo lo agradece 😉

… que no me olvido, que sé que tengo pendiente enseñaros el bautizo de Bosco y que lo que sí que os adelanto es que los farolillos de lunares de Fiestas Coquetas cayeron por fin, ¡y triunfaron!

… que hoy es mi santo: ¡muchas felicidades a todas las Marías!, y que hoy por hoy mi idea de celebrarlo por todo lo alto sería tomarme una copita de vino mano a mano con mi marido (un Alonso del Yerro, por supuesto), mientras los niños duermen, y charlar de cualquier cosa que no tenga nada que ver con el trabajo, o con los niños. ¡Ya os contaré si lo consigo!

Si estuviéramos tomando un café os diría que en el fondo me apetece recuperar la rutina, que deje ya de hacer este calorazo que no me deja ni pensar y que vuelvan los planes de interior; qué queréis, llevo mucho mejor pasar frío que calor… y, aunque luego lo niegue y acabe hasta la coronilla, me encanta ver llover y salir a saltar charcos después (sólo espero que no llueva después de esto, seguro que más de uno me regañaba por «gafe» jajaja).

¿Y vosotros? ¿Qué me contaríais? ¿Algún propósito para el nuevo curso? ¿Algún antojo (in)confesable? ¿Preferís las épocas de frío o de calor? Recordad que sigue en pie la invitación a que nos contéis vuestros cafés en el blog o, por qué no, en las redes sociales, ¡deseando tomar un café con vosotros, aunque sea virtual!

Besos,

-María