Nos ha costado, ¡pero ya estamos de vuelta! Tras un mes de desconexión casi absoluta, por fin retomamos el blog con energías y ganas renovadas. Ha sido uno de los veranos más «tranquilos» desde hace tiempo, cosa que se agradece porque los anteriores habían sido veranos de muchos kilómetros en coche y poco tiempo en cada lugar.
Un verano que hemos disfrutado con las familias de Alfonso y mía, y con nuestra «pequeña familia numerosa».
Un verano de esos lleno de primos, planes para niños adaptados a mayores (que no a la inversa), siestas largas después de comer, risas y más risas, y muy poquita prisa, que también es importante.
Un verano en el que mi bebé ha dejado de serlo, demostrándome cada día que él es independiente y que a él le gusta hacer lo que hagan sus hermanas, aunque sea un mico y no deba; en el que las dos mayores se han hecho aún mayores, me han ayudado un montón y han jugado mucho, muchísimo, ellas dos juntas, sobre todo al volver a Madrid, que yo necesitaba trabajar.
Un verano, en definitiva, lleno de recuerdos de los buenos, de los que tirar durante estos meses hasta las próximas vacaciones 😉
-María