Funky Lunch nace gracias a un padre que, desesperado porque su hijo no probaba bocado, dio rienda suelta a su vena creativa para hacer platos divertidos, que llamaran la atención de su pequeño al tiempo que potenciaban su imaginación. En su web, que desde entonces se ha convertido en página de referencia para muchos padres, encontraréis un montón de ideas creativas para ‘decorar’ los platos de los más pequeños… ¿o no es cierto que a todos nos entra la comida primero por los ojos?
En Reino Unido han organizado, además, Funky Lunch Days en colegios, donde los niños prueban nuevos sabores, diseñan y hacen su propio plato y, por supuesto, comen después.
Por último, hace poco, recogieron muchas de sus ideas, y de las de otros padres, en su libro: Funky Lunch, happy food for happy children, que podéis encontrar aquí, en Amazon y en distintas librerías.
¡Gracias, Pelayo, por descubrirme esta fantástica web!
-María
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