Ya sabéis que estamos en pleno proceso de redescubrir Madrid con nuestros niños a cuestas, ya que estamos en el #making of de la guía Madrid*02 #RutaMmmp: La Guía de Madrid para padres inquietos. Nuestras visitas estas primeras semanas han sido de todo un poco: desde un dinner estilo americano hasta una excursión con nuestro Bugaboo Bee fuera de la ciudad, a un ambiente muy rural: y es que este carrito puede con todo, os lo aseguro yo que le he hecho recorrer bastantes países, como dentro de poco os contaré (mi marido dice que mi hashtag debería ser #beeintheworld en vez de #beeinthecity, con eso os lo digo todo…).
Uno de los sitios que más nos ha conquistado fue la visita a la librería infantil y juvenil Kirikú y la Bruja. Lo cierto es que está muy cerca de mi casa (hoy soy yo, Mar, la que escribe), y sin embargo no la conocía… ¡y lo que me estaba perdiendo!
Mientras Esther, su creadora, me transmitía su pasión por todo lo que hace y me contaba cómo si han logrado mantenerse 10 años en la brecha ha sido gracias a su amor por los libros, mis niños se pasaron un rato felices con el cajón de «Te lo dejo«, una caja llena de libros para que los niños, tal y como Esther les dijo: «se los lean o se los coman si quieren».
Pasamos una tarde muy bonita en la que Mar le intentaba contar historias a su hermano pequeño (y eso sin saber leer, es la magia de los libros) y en la que Esther incluso se animó a contarles un cuento. Estamos deseando volver a vivir uno de sus Sábados por la mañana, en los que, por lo visto, «pasan cosas».
Otra de las visitas más agradecidas por los niños fue la que os avanzaba antes a las afueras de Madrid centro: y es que nos trasladamos con nuestro #beeinthecity fuera de la city, en concreto nos fuimos al país de los burros.
Burrolandia fue una de esas visitas de las que no sabes qué esperar y de la que salió unos niños emocionados de salir durante un día de la ciudad y vivir un ambiente rural y unos padres que disfrutamos de lo lindo con ellos. ¿Y qué hay en burrolandia? os preguntaréis: pues burros y más burros, a los que básicamente se les puede mirar, dar de comer y montar… ¡y no sabéis lo que disfrutaron los enanos! El pequeño estaba un poco malito, y de ahí a que nos llevásemos el carrito para que pudiera descansar.
Otro de los sitios que fue todo un descubrimiento fue Ernie Station: una hamburguesería situada en el corazón de Madrid, entre la Puerta del Sol y el Teatro Real y ambientada al estilo americano de los años 50, creado, paradójicamente, por un holandés y tres mexicanos con algo en común: todos son padres de niños menores de 5 años y saben lo complicado que es como padres comer «tranquilos» en un restaurante cuando vas con niños, y no preocupados de si el de la mesa de al lado se molesta, por ejemplo.
Por eso, para las comidas de los fines de semana crearon una sala donde los niños, cuando terminan de comer, pueden irse a dibujar con una monitora, e instalaron un pequeño parque de juegos junto a las mesas que fue la delicia de mis niños y los de María el pasado domingo.
Ya sabéis que nos vendría genial vuestra ayuda para elaborar esta guía y que cada día nos descubriéseis más y más sitios en Madrid o nos contéis vuestras impresiones visitando los que os vamos mostrando: recordad que podéis compartirlos subiendo vuestras experiencias con los hastags #beeinthecity #rutammmp #making of, y si vais con vuestro Bugaboo Bee a cuestas y nos lo enseñáis, mejor que mejor.
PD: Podéis ver más sitios que se van sumando al making of de la Guía Mmmp en las crónicas de hoy de nuestras compis gabardinas amarillas: Bea, de Con Botas de Agua y de Mariu, en su blog Gelatina de Plata, y tampoco os debéis perder el resumen semanal de Mavi en Mammaproof.
