Hace tiempo que os quería enseñar nuestro (mini) rincón de trabajo, pero luego nunca encuentro el momento de hacer las fotos. Ayer estaba pintando con las niñas y me dije: «¡de hoy no pasa!»… así que aquí lo tenéis. Como véis, no es nada del otro mundo: una mesita, dos colgadores y el rollo de papel, todo de IKEA, pero la verdad es que a nosotros nos resulta muy cómodo y no abulta nada, así que quería compartirlo con vosotros por si también andábais en busca de ideas. Hace un tiempo tenía el típico portarollos de Ikea que había conseguido fijar a la mesa con un poquito de maña y un mucho de fuerza… pero lo cierto era que, aunque era cómodo, se comía la mitad de la mesa y visualmente abultaba un montón. Así que un buen día decidí que para qué complicarme tanto: tenía dos colgadores por casa e hice la prueba. Éxito absoluto. El rollo se queda medio escondido debajo de la mesa y, si queremos pintar, tiramos del papel. ¿Que no vamos a pintar hoy? Pues se queda el papel recogidito y aquí no ha pasado nada 😉 A veces la solución más sencilla es la que mejor funciona, ¿no os parece?
-María