Cosas con estilo # 21
Una de fotografía: esta imagen familiar. Cuanto más la veo, más me gusta la naturalidad que desprende y el colorido que tiene.
Una de fotografía: esta imagen familiar. Cuanto más la veo, más me gusta la naturalidad que desprende y el colorido que tiene.
Nueva York… qué ciudad más increíble. Y cómo la echo de menos. Tuve la grandísima suerte de vivir durante casi un año allí y la ciudad de los rascacielos me enamoró perdidamente. Sí, lo sé, suena a tópico, pero es que todo durante ese año fue perfecto: Acabábamos de tener a nuestra primera hija (me la llevé a NY con sólo 8 semanas); mi marido estuvo un año estudiando un máster y su ritmo de estudio en nada se parecía a su ritmo de trabajo en España, por lo que disfrutamos cada minuto de nuestro tiempo juntos allí y de nuestra recién estrenada experiencia como padres; yo me tomé un año sabático para disfrutar de mi pequeña y de él; estuve acompañada, además de otros amigos, de una súper amiga chilena de ésas que no se encuentran fácilmente, sino todo lo contrario; y recorrí arriba y abajo NY con mi carrito: La 5th avenida, Harlem, el Upper West Side, Times Square, Brooklyn… cada uno de sus rincones merece la pena, y también cada una de las personas que habitan la ciudad: estoy convencida de que nadie creería cómo me acogieron los neoyorkinos y que prácticamente nunca tuve que subir o bajar el carrito de mi bebé sin que alguien, joven o viejo, de origen senegalés, alemán, hindú o canadiense (porque los neoyorkinos son un poquito de todas partes) me ayudara con él. Puede parecer que es una ciudad en la que todos van a lo suyo: pero no es así. Es gente que antes ha llegado a la ciudad, y por eso acoge también a los que llegan.
Y como no podía ser menos, tenía que traerme Nueva York a pedacitos a mi casa de Madrid. Una de las cosas que me traje son estos pajaritos de papel: desde que vi el pequeño puesto del anciano japonés que los hacía en el Soho, supe que ya tenían un espacio en mi casa: serían lo primero que mi pequeña viera cada día al despertarse. Así que los compré, viajaron a España en mi maleta, y lo fabriqué: fabriqué el móvil de cuna que vino del Soho neoyorkino.
Os presento mi próxima manualidad: este perchero de animales para colgar los abrigos de las niñas, que no son pocos y empiezan a comernos. Ya tengo el tablón y el abrigo (es de GAP de hace un par de años, ¡y no sabéis lo amortizadísimo que lo tengo!), sólo me faltan los ganchos y la maña para pintar los animales. Que sí, que son muy facilitos de hacer… ¡hasta que te toca ponerte a ello! El problema, como siempre, es que el original es tan mono que seguro que lo mío termina siendo un churro en comparación. ¡Ya os contaré en qué queda la cosa!
-María
Cuando ya creíamos que en vinilos infantiles estaba todo inventado dimos con Chispum. Castillos en busca de princesas, monsttruos que abrazan o dragones que llevarán a los pequeños de la casa hasta el país de los sueños… pero sobre todo su colección cuentos, vinilos que cuentan un pequeño cuento, como el de Caperucita y el lobo enamorado… yo he visitado su web y realmente forraría mi casa, porque además de los vinilos infantiles hay unos vinilos muy originales para decorar la casa, ¡o hasta la cocina! Me gustaría poner un vinilo “Yo cocino, tú friegas” en la cocina: buen trato, ¿o no?
– Mar
Hay gente extremadamente creativa: que sabe hacer de las cosas más tradicionales un objeto de diseño. Que sabe realizar un diseño extremadamente simple y que por ello es más genial toda vía. Y así es Christian Jackson. Y estos son los pósters infantiles que ha diseñado a partir de los cuentos para niños de toda la vida: unas versiones ultra minimalistas de los cuentos con los que hemos crecido y que seguro que a más de uno todavía nos hacen soñar… creativo, ¿o no? Creo que son perfectos para decorar la habitación de los niños, ¿no os parece? Podéis ver el resto de la colección en Square Inch Design, su página web.
– Mar
Vía: Cirkus
Judy Kaufmann es una artista chilena que en 2004 se instaló en Barcelona, especializándose como ilustradora y diseñadora. Hemos visto esta lámina de gemelos en la tienda online de Tot-a-Lot y nos ha parecido genial para decorar una habitación infantil de gemelos: llena de color y muy divertida, repleta de gemelos con estilimos diferentes pero complementarios. Filosofía 100% Tot-a-Lot. Judy tiene una hermana gemela, así que nadie como ella para ilustrar estas láminas.
– Mar
En mi caso el cuarto de jugar y el cuarto de mis hijas es el mismo, por lo que mantenerlo lo más ordenado posible se vuelve imprescindible. Si los Reyes Magos son una locura de juguetes nuevos cuando tienes un niño, con dos la masa de juguetes que deambula por tu casa alcanza unos niveles que aterrorizarían hasta al más tranquilo. Conclusión: me he hecho con una librería Billy de Ikea para tratar de poner algo de orden en nuestras vidas. Encontré unos colgadores súper graciosos de animales de colores en Zara Home Kids y no pude resistirme: perfectos para ordenar los bolsos (!) y delantales de las niñas, ¿a que son geniales? Lástima que sólo hubiera tres modelos, ¡habría llenado todo el lateral!
– Mar