Todos los días. Todos y cada uno. Todos los días desde que pusieron la pista de patinaje sobre hielo en la plaza de Felipe II (Madrid), que está muy cerca de mi casa y por la que pasamos cada día, Mar (2 años y medio) me decía: «Mami, por fa, quiero ver cómo patinan«, y cuando la cogía en brazos para que viera a los patinadores: «Mami, yo soy grande y quiero patinaaaaarrrr…«. La pusieron a principios de diciembre y alguna vez en Navidad le dije a mi marido: «Yo patino con ella«, pero claro, lo menos que me llamó fue loca… Y la verdad, a mí me daba miedo entrar con ella con tanta gente patinando, ¡en diciembre la pista estaba abarrotada!
Pero por fin pasó la Navidad… y hace un par de fines de semana llegó su oportunidad: era sábado, la pista estaba prácticamente vacía y mi marido no estaba (jeje), estaba con mis padres. Aunque mi padre también me llamó loca, mi madre tenía esa sonrisilla de «venga, anda, hazlo«, lo que terminó de animarme.
Pasamos un rato muy divertido, ella no quería salir de la pista por nada del mundo incluso aunque yo rogara un descanso (mi espalda acabó reventada), y aunque empecé cogiéndola yo, pronto se empeñó en ir sola (¡qué peligro!)…
Sólo me quedó cogerla del gorro para que no se partiese la cabeza, pero he de reconocer que no se le dio nada mal: es increíble lo rápido que aprenden los niños: pasó de no tenerse en pie a andar solita por la pista.
Algún «culazo» hubo, cómo no, pero ella estaba tan contenta que ni eso le importó, ¡sólo le servía para reirse aún más!
Si bien en Estados Unidos o en el resto de Europa patinar sobre hielo es una actividad muy extendida, lo cierto es que en España no estamos demasiado acostumbrados, y es súper divertido para niños y mayores… además, hay que dejar que los niños experimenten y prueben cosas, y mi niña ya sabe lo que es patinar sobre hielo… ¡y su mamá lo que es patinar con una pequeñaja al lado que quiere ser mayor con tan sólo 2 añitos! Dentro de nada será ella quién me tenga que sujetar a mí para no caerme…
– Mar
PD: ¡El papá de la criatura llegó luego y no le cabía la sonrisa en la cara de vernos patinar juntas!