Cuando tuvimos que elegir una cuna de viaje para nuestro bebé, teníamos claro que tenía que ser la cuna de viaje más cómoda y ligera del mercado, ya que realmente el primer año debería viajar mucho con nosotros… y de hecho así fue: nuestra pequeña (y por tanto su cuna) viajó a Nueva York, Miami, California, Canadá, Croacia, Italia y Grecia… como veis, tenía que ser la cuna más práctica.
Es cierto que los fabricantes siguen sacando nuevas cunas de viaje compactas y muy cómodas, como la cuna Bednest de Phil & Teds de la que María nos habló o la cuna Go Crib, pero realmente la Cuna de Viaje Light Babyjörn es una opción que yo recomendaría a todo el mundo.
Después de mucho analizar las distintas cunas de viaje plegables en internet, nos decantamos por la cuna de viaje de Babybjörn. La cuna se puede usar desde que el bebé es recién nacido hasta aproximadamente los tres años. La tela de la cuna es poliéster y algodón, siendo la malla poliéster 100%, pero todos los tejidos han sido probados y homologados según la norma Öko-Tex 100 clase 1 para productos para bebés, garantizando el fabricante que en principio no causan alergias al bebé. La posición replegada ocupa tan sólo 60 x 49 x 14 cm.
Lo mejor
• Facilidad de plegado y desplegado: Plegarla y desplegarla es tan sencillo que realmente se puede hacer en menos de un minuto, se saca de la bolsa y con un solo movimiento ya está montada.
• Peso reducido: Con un peso de tan sólo 5 kg, es una de las cunas de viaje más ligeras, y además es muy compacta, ya que plegada se guarda en una bolsa que es como una maleta pequeña.
• Utilidad como parque portátil: No sólo la usé de cuna de viaje, sino que cuando estaba en casa me servía como parquecito para que la niña jugara con sus juguetes dentro.
Aspectos a mejorar
• Precio elevado: Para ser honestos, no es de las cunas de viaje más baratas del mercado. Sin embargo, si se le va a dar un uso intensivo, puedo garantizar que es dinero muy bien invertido.
• Proximidad del niño al suelo: Uno de los pocos inconvenientes que tiene la cuna es que el colchón está a la altura del suelo. A mi hija empecé a acostarla a partir de los 6 meses y no he tenido ningún problema, pero en el caso de que fuera para un recién nacido no me termina de convencer el que el bebé esté tan pegadito al suelo…
– Mar